LAS NORMAS Y LOS LIMITES.
Formamos una familia, tenemos hijos, y ahora nos preguntamos:
¿Cómo los educamos?, ¿aceptamos todos sus pedidos?, ¿tenemos que tener una actitud autoritaria ante ellos?, ¿somos padres totalmente permisivos?.
Las normas permiten lograr un ordenamiento clave que es el que organiza, lidera, controla y hace sentir a sus integrantes pequeños seguros y contenidos en la familia.
¿De dónde surgen las normas o reglas?
Desde el seno de la familiar, papá y mamá las establecen de apoco, en base a las necesidades de cada uno de sus integrantes, son conocidas, y enseñadas a los más pequeños. Ej: desayunamos todos juntos, se establece un horario límite para ver televisión, etc.
Muchas veces las reglas son conocidas, están claras, pero igualmente no se cumplen. Entonces hablamos de falta de límites.
¿Por qué tenemos que establecer límites?
Porque nuestros hijos tienen que ser guiados en sus conductas, para su crecimiento personal.
Atención que lo que limitamos es la conducta del niño, nunca sus emociones y sentimientos. Es decir, tratamos de que no se repita la conducta no aceptada, pero no le pedimos que no sienta miedo, o angustia sobre lo sucedido.
¿Cómo podemos modificar las conductas en niños/as?
Básicamente hay dos formas de proceder, una es para aumentar la conducta y la otra es para extinguirla.
Procedimientos para aumentar la conducta deseada:
- El más usado es el refuerzo positivo. Se le da al niño/a una recompensa tan pronto como se presenta la conducta deseada.
- El refuerzo negativo. Se le quita un hecho, objeto o estímulo que antecede a la respuesta.
- Las aproximaciones sucesivas: también se los suele aplicar, se le da una recompensa en aproximaciones sucesivas a la conducta correcta que se quiere conseguir.
- El modelado. dejar que el niño imite una conducta apropiada a través de la observación de la conducta correcta en una persona significativa para él.
Procedimientos para disminuir o extinguir la conducta no deseada:
- La extinción: suspender totalmente una recompensa en el momento que aparece la conducta no deseada.
- El castigo: el niño obtiene una consecuencia punitiva por lo que realizó.
- Reforzamiento de conductas incompatibles. Se refuerzan conductas incompatibles con las que se van a suprimir.
- Aislamiento o tiempo a fuera. Sacar al niño por un tiempo del lugar y de la conducta que se desea extinguir.
- Saciedad: administrar la recompensa hasta que el niño se canse de ella.
Escoger alguno de los procedimientos mencionados, dependerá no sólo de la conducta, sino de la edad del niño/a y de su maduración.
Lic. Alejandra Pascual
Psicóloga
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domingo, 3 de enero de 2010
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